olfato

Los olores alcanzan a través de la nariz y las células olfativas sensoriales. Estos son conducidos a los cilios que transforman estos olores en señales químicas que se dirigen al sistema límbico y al hipotálamo. Éste último libera al menos nueve tipos de hormonas que actúan como inhibidoras o estimulantes en la secreción de otras hormonas. Por su parte el sistema límbico es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la memoria, atención, instintos sexuales, emociones, personalidad y la conducta. Como ejemplo, observemos el siguiente extracto de prensa:



En recientes estudios del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, se descubrió que el olor de las hormonas sexuales presentes en el sudor, llamadas feromonas, juega un papel poderoso en la sexualidad humana. A partir de esa investigación se descubrió que nuestro olfato no sólo permite percibir olores, también funciona a modo de brújula sexual, [...]es decir, cuando los hombres eran sometidos a oler feromonas femeninas, se registraban cambios en sus células cerebrales.

Ricardo Cerón. EL UNIVERSAL. Ciudad de México. 14/02/2007

En la composición de este apartado nos inspiraremos en la aromaterapia de diferentes culturas, para experimentar y fundir los sentidos, evocando una aroma desde el texto, incluso la imagen, estimulando así la utilización de nuevos canales de percepción.